En 2009, dos economistas de la Universidad de Toronto y la Universidad de Pennsylvania publicaron un estudio llamado la Ley Fundamental de la congestión vial (The Fundamental Law of Road Congestion) del cual podemos identificar puntos de interés:
Si se aumenta el número de carreteras en las ciudades o en sus bulevares:
- Se aumenta el número de vehículos que transita en la ciudad.
- Se aumenta el número de kilometros en media que los vehículos realizan.
- Se aumenta la entrada de nuevos residentes en las ciudades.
Llegamos a la conclusión de que un aumento de la provisión de carreteras en una ciudad es poco probable que incida en aliviar la congestión de una ciudad aunque no paren incesantemente de decirnos que tenemos que tener nuevos viales, carreteras y autopistas para mejorar la calidad de los habitantes de una ciudad.
Otro tema muy interesante es que cuando se reduce la capacidad vial, los conductores comienzan a "desaparecer". La gente elige vivir más cerca de donde trabaja. Se elige e utiliza más el transporte público. La gente va a la oficina en diferentes momentos y la gente hace todo tipo de diferentes decisiones en respuesta a este cambio de ruta, tal como lo hacen cuando hay nuevas vías que utilizar.
Obviamente no podemos dedicarnos a eliminar las carreteras de las ciudades, pero si tener una visión diferente de lo que sucede cuando ampliamos los viales o los quitamos, y ser conscientes que la solución a la congestión de muchas ciudades no es construir carreteras.